miércoles, mayo 31, 2006

(nuestros 80's)

Me gusta leer en voz alta y me encantaría recuperar ese rito infantil que era recitar. Primero fueron "versitos", al decir de mamá, que ella nos enseñaba y aprendíamos de memoria. Pero eran por ejemplo cantos populares, chistes o coplas ("desde lo alto del cerro...."; "ayer pasé por tu casa..."; "las mediecitas me aprietan...") ... Y pensar que hoy mi cerebro no retiene más que unos pocos versos de los poemas que me gustan y por escaso tiempo...
Más tarde, hubo un texto que tuve que decir a diario y me encantaba hacerlo. No era un poema, era una oración. Y la repetimos en grupo con mis compañeras de escuela durante siete años, cinco veces por semana, derechitas, con la frente en alto. Justo después de hacer silencio, de formar, de tomar distancia. Justo ahí donde nos inculcaron esas cosas y fuimos por primera vez Carini, Castro, Clemente, Díaz, Gómez, Espinosa, Piatanesi, Rolón, Sambrotta y Vera.
Cada tarde, a la salida del colegio enunciábamos mirando al cielo, algunas con el gesto más mecánico, otras más aplicado y fervoroso, pero todas sin saberlo, una poética de Estado.
Aquí va y no puedo leerla porque la escucho (ustedes también chicas: seguro, prueben). Dicha por nosotras mismas, pero por (naturalmente) "otras voces" :
"Oración a la Bandera
Esta bandera es, sobre todo, la bandera de la Nación (Argentina);
y pueblos compuestos por millones y millones de hombres libres, seguirán inclinando la frente a su paso, hasta la terminación de los siglos.
Levantemos los corazones para saludarla, en su heroísmo de ayer, en su noble simplicidad de hoy y en su futura y portentosa grandeza.
Vamos ahora a cobijarnos todos bajo sus pliegues y pidámosle que calme las pasiones rencorosas que hagan brotar a su sombra, la virtud del patriotismo. Como en otro tiempo el laurel del guerrero, que conduzca a su pueblo por la paz, por el honor, por la libertad laboriosa, hasta ponerla en posesión de su destino, que le fuera prometido por Belgrano, al hacerla flamear (victoriosa) sobre su cuna."
El texto pertenece al liberal Avellaneda, no sé si por alguna razón en especial, nos daban éste y no el más popular que es el de Joaquín V González. De ahí que siempre me haya costado conseguirlo. Hoy en tiempos de Google...fue otra cosa. Los paréntesis corresponden a palabras que no estaban en el texto que encontré en Internet pero es así como efectivamente la recitábamos.

martes, mayo 30, 2006

Cositas lindas

Derecho de familia


(Las carreras de Ariel se parecen a las mías)


Cito aquí algunas verdades que emparento. Faltan muchas otras.

Dice mi cineasta fetiche:
"Es que creo que los que tienen inquietudes sociales o políticas saben que las transformaciones no se logran haciendo películas, sino que se levantan a las seis de la mañana y les preparan el desayuno a 100 chicos que tienen hambre en algún lugar(...) Y hacer una película es solamente hacer una película. Si va bien te invitan a un festival y te alojan en un hotel muy lindo. ¿Qué clase de moral te lleva a contar una historia que supuestamente tiene como base el dolor de otro, que después se transforma en algo tan banal como son las consecuencias de que le vaya bien a una película? Hay mucha fantasía al respecto: "hago una película de cartoneros y soy un buen muchacho". No acuerdo con esa idea. Si te interesan los cartoneros, andá a laburar con ellos, fijate si les podés dar una mano con algo o conseguiles guantes para que no se enfermen, pero no te limites a hacer una película". Daniel Burman, en HBA, mayo 2006.

Dice Santo Tomás:
" Para mí no hay otra arma que abrir nuevos espacios de pensamiento. Yo no tengo nada que ver con "uso esto para crear una nueva esfera del bien". En nuestro caso el libro [La máquina Deleuze] no es un arma para transformar el mundo, porque nadie transforma el mundo. El mundo es un proceso de transformaciones permanentes". Tomás Abraham en Perfil, mayo 2006.

lunes, mayo 29, 2006

Ripio

de nuestros cuadernos prendidos
fuego
de esa pila
de esas hojas
todavía puede redimirse un hogar
de material de fe

sábado, mayo 27, 2006

Ojo alemán en Mataderos



Timo Berger nació en 1974 y actualmente vive en Berlín. En uno de sus viajes a Buenos Aires escribió desde este barrio emblemático, el mismo que diera inicio con Echeverría a La Historia de la literatura argentina, una serie de poemas en perfecto español rioplatense. Aquí abajo, dos fragmentos de uno de ellos.


Coquetería Capitalina

Pasea la ciudad hacia el oeste

(está orientada)

reproduciéndose manzana por manzana

en la pampa,

una planta siempreviva, claro

como el día (...)

(...) juncoso abismo más allá de antiguas orillas,

acá lo llamaron Bajo,

grava y légamo,

sellado, obstruido con edificios

plegado para la oración:

La ciudad se desenvuelve

sobre una grieta capital

el embalaje como siempre

lo más costoso.

(extraÍdo de A cien cuadras del centro, recientemente editado por VOX)

viernes, mayo 26, 2006

Nirvana: el estado es el mismo, no importa la lengua


Hoy

(Lithium)

I'm so happy because today I've found my friends ...
They're in my head
I'm so ugly, but that's okay, 'cause so are you...We've broken our mirrors
Sunday morning is everyday for all I care...
And I'm not scared
Light my candles in a daze...
'Cause I've found god...

-otro día traduzco, hoy se me acabó el día-

Tras cartón

Es cierto: despiertan pasiones diversas estos nuevos personajes de la novela urbana.
Por suerte, hay quienes se están ocupando de apuntar capítulo tras capítulo la trama dramática, la trama política, que prefigura el camino de sus aventuras cotianas, de sus errancias, en realidad.
Por suerte, hay una editorial que incorpora y debe a ellos su razón de ser. Lleva la causa en su nombre. Y saca buenos libros. Está bien que se nos invite de vez en cuando a ver la belleza en las formas de lo perecedero, de la precariedad. Hacernos cargo de esa precariedad es un hermoso primer paso. Desde el lugar que ocupamos en el mapa global no parece quedarnos otra. Y si al trabajo artístico o intelectual se le suma el valor agregado de la acción concreta, el impacto directo sobre la sociedad, para mí al menos, es siempre pero siempre una razón de festejo.

Matices cromáticos

La Raza

Cuenta la leyenda familiar que una prima hermana del interior a la que no veo hará casi veinte años tuvo que llenar en la escuela primaria un cuestionario que al final pedía datos personales. La maestra se guardó para siempre esta anécdota: la nena había completado así el item que pedía etnia: marroncita.

jueves, mayo 25, 2006

Patria Poesía Discusión


Se dijo que corre la era del hielo. Frente a esto: crioterapias. ¿terapias de frío o terapia de acá?
Mientras tanto, en la Esfera Blog, el terreno de los "cualquerizados" según las definiciones de último momento estalla la guerrilla oral. Se enfrentan las partes en un debate generacional, político, lírico. Ver la cantidad de posts que recibió la arenga de S. Llach a sus jóvenes camaradas. También vale la pena ver los brotes que dio una de las respuestas a esta abultada discusión en otro blog. Se empieza por la palabra Poesía y se acaba con la palabra Patria: ¿con qué colores se la escribe? ¿se la escribió? ¿con qué elementos? Hoy y La Plaza pretenden seguir respondiendo.

miércoles, mayo 24, 2006

puente (primera parte)



*
a la niña no,
a la niña los ríos se le negaron de temprano
de nacimiento le corren lejos
por una cuestión de suelo,

en sentido amplio: ciudad del puerto
fue la ciudad pensada para sus pies
una ciudad madre que huye y deja
otra manera-mamadera
de orillar.

El horizonte adquiere plasticidad
para la niña en un riachuelo
en ese estado solamente es que le llega
río:
estanco cerca, vecino que captura
el cielo igual
en aguas quietas de peso oscuro
río en su relajo
de peso muerto
cada vez que vuelvo

como espejo está muy bien,
de día las nubes caen
en su caja y se amarronan
de noche las luces...

de por vida de espaldas
el río y el sol
ve ponerse por el este

el este es el principio
del círculo el origen
que a la niña no

correr para volver
después de poner el pecho
es correr sobre el cemento con la cabeza
pensando sólo en llegar
para quitarse la blusa
de mujer blanca
de cuello, que se pega
del centro: el perfume a violeta
que a la niña no

olvidarse del sueño
de la siesta y las hierbas
olvidarse es perderse
en el mate de la tarde
creer sólo en la yerbas
del fondo de la casa: el otro charco de barro
no volver a salir más
del lodo, ese dos por dos
(...)






"Siempre es la hora del té"

...le dijo el sombrerero a Alicia. Pero acá tenemos algo mejor para esas horas: el mate, el mejor símbolo de lo nuestro. El más rico y confortable convite para una tarde de invierno. Y a la hora de la tentación que es la hora de las cosas dulces: lo supremo en confitería: una golosina local.

Determinismos II

Sur o no Sur: el dilema existencial hecho revista:



Dos años van a ser ya de la primera publicación: de los primeros pasos pretenciosos de delimitar y recuperar una zona. De nuestro ser/estar siempre en el medio, siempre en viaje, yendo y viniendo decidimos esbozar una forma propia de anclar. El paso del tiempo nos llevó del barrio a la gran ciudad: el lugar del trabajo, de la universidad, de la vida social...Pero decidimos volver y ponernos a conocer: a reconocer aquello que siempre estuvo ahí pero al volverlo a mirar se nos hacía desconocido. Nos resistimos a perderlo ¿O es que nunca había sido nuestro en realidad?

Zona Churrinche se aproxima, tantea los barrios como espejos reveladores. Aún estamos descifrando a través de nuestro trabajo de lectura y escritura la imagen que estos espacios de refracción continuamente nos devuelven.

martes, mayo 23, 2006

en la cabeza del joven de alaska el ritmo de la cumbia


La mano salvadora de la música portátil. En el cien, en el veinticuatro, en el treintaitrés ¿qué sería de mí si con él no pudiera bailar para adentro mientras cruzo? Los puentes: el Uriburu, el del Dock, la autopista...ya para mí tienen el gusto de sus canciones. Aquí va una del chico extranjero en más de una ciudad que en la nuestra (y en la de él) alcanza satori montado en pose de sazen sobre el mítico sesenta:

En mi cabeza
en mi cabeza
en mi cabeza...........va dando vueltas

no sé por qué ya no quiere salir
parece que le gusta estar aquí
por más que intento que salga a pasear
aquí dentro se quiere quedar
parece.........

le digo que salga a ver las flores
que vea el mundo que hay fuera de mí
pero no quiere, no quiere escucharme
de aquí dentro no quiere salir...........

En mi cabeza..........

me djo que no se va a ninguna parte
que ya encontró
lo que andaba buscando
tiene un altar dedicado a ella
que la hace sentir todo el tiempo bella

y sigue y sigue
comiéndome el coco
me dice que la llave se la tragó
parece que se va a quedar por siempre
en mi cabeza y en mi corazón

¿por qué no... por qué no...por qué no te vas?
¿por qué no...por qué no...por qué no te vas?
de una buena vez... de una buena vez
será porque te gusta...........
será porque te gusta...........

K.J. en The Nada

Domingo


El día que las horas no funcionan.

Determinismos I

* "Criollo es sinónimo de rebelde, heterodoxo, utópico y subversivo. Además de variante de crío entendido como hijo de la tierra, nacido en América, y de todo aquel que se oponía -hacia 1810- a godo, godarria y peninsular "súbdito leal del bienamado Fernando VII (...) Lo criollo, entonces, no sólo implica un problema semántico o etimológico, sino que es el emblema del conflicto histórico fundamental que tiene sus antecedentes en la larga serie de sublevaciones contra las leyes imperiales.

Viñas d, 1987.

la casa está en...

Primero fue una caja grande que rezaba Noblex, luego un baúl de madera artesanal. Más tarde sería un mueble hecho por mi papá. Esos depósitos necesarios para guardar las cosas que nos hicieron felices durante el día. Las cosas que usamos todos los días, la nueva casa para lo nuevo, la tumba para lo viejo...lo que siempre está ahí. Una caja de pándora en la esquina de mi pieza.Y también un motivo para la resistencia infantil. Llegaba la hora de la cena y era tiempo de ordenar, de guardar, de reponer el orden. Y aquí llegaba la batalla: negociaciones menores de ufas y morisquetas, de algún grito, de algún llanto y de la resignación siempre final del amor materno. Todo quedaba al fin tirado, desparramado por el piso: un mapa de mis juegos, del quilombo alegre de tener muchos hermanos...
Hoy, en tiempos de ojos rojos de aguantar la máquina más de doce horas por día, me armo esta nueva caja virtual como lata de conserva para la "virtud" que de crecida mantengo. Pasen y vean: hay sierras de ropa, lagunas de juguete, montañas de papel: el paisaje diario de mi vida: siempre en desorden.