viernes, noviembre 28, 2008

jueves, noviembre 27, 2008

Jaramillón x 2




* de Grunge

El próximo negocio

Vamos a ver qué está haciendo
la juventud de Buenos Aires
perdida en la sintaxis, las comas
saliendo del nidito a la mañana
una fama por cosechar, ahí
pasando nomás la granja
Acassuso o Balvanera
los polluelos del mago Gelblung
los boludos de Sociales
miran el río, la calle
tiemblan
y la noche es casi igual que el día
el traductor lo sabe
metido en un tubo ve
una columna gorda
humo blanco
casi un Papa
se reclina en el pupitre
la usina trabaja, fabrica grasa
renta mezquina
y el aparato eficiente
silencioso
tirado a la basura.

¿De qué color es
el ramo de tu miseria
mientras la calle se puebla
de lagartos que miran fijo
el hueco de tu alma?

Mañana tal vez despiertes
con uno de esos bichos
prendido a tus cervicales
vendrá SAME, habrá prensa
dormirás el sueño de los héroes
en la cama de un hospicio.
Lo más seguro es que
una tarde cualquiera
despiertes solo y sin ayuda
deberás morder el catéter
y esa rabia que no suelta
es la arena remota del Río que te llama.

Convendrá ser ostra, quizá
congrio
nunca sábalo.
La poepolítica
que tanto nos importa
o rayo de mujer en un shopping
donde llueven cometas
y confundimos todo.

El día en que la tristeza
se ponga de moda
y ardan los gimnasios
los carteles
y se fugue la chapa pintada
de tu marca personal
el aire tendrá el calor
de lo vivo que se cuece.


Alfredo Jaramillo, Grunge, 2008, Buenos Aires, Editorial Funesiana.


** Cumbio, alguna tesis

lunes, noviembre 24, 2008

Fridita




Flavia Da Rin, 2008

viernes, noviembre 21, 2008

Aquellos años



Muchas gracias


Sirve y me inclino
ante tu palabra, luz de mi pensamiento. Abrirán
las puertas, dejarán entender: los artistas, los
intelectuales, siempre
han sacudido el polvo de la realidad; descubrieron
caminos, emancipaciones
que no siempre lograron recorrer: era
prematuro en algunos casos, en otros fue distinto
– convengamos–, otras palabras son, bajar
la corredera de la mira, buscar con el guión
y dar justamente sobre algo que puede
moverse; un bulto,
un meneo a menos de cien metros
de tu corazón vulnerable, también enemigo.

La suerte ha dejado aquí de andar
fallando: se encendió la luz y pudo verse el caos, las
flagrancias: esa mano
allí, esta codicia; el miedo y otras mezquindades se pusieron
en evidencia y el amor
no aparecía por ninguna parte. Recompuestos
de la sorpresa, rendidos ante los hechos, nadie
pudo negar que en este país, en este
continente, nos estamos todos muriendo de vergüenza.

Aquí estoy perdiendo amigos, buscando
viejos compañeros de armas, ganándome tardíamente
la vida, queriendo respirar
trozos de esperanzas, bocanadas de aliento; salir
volando para no hacer agua, para
ver toda la tierra y caer en sus brazos.




. Paco Urondo
.
.

jueves, noviembre 13, 2008

basta


estoy sintiéndome como el toór,
tengo calor,
hace fiebre, ya es la tercera o cuarta vez
que con hijita
nos enfermamos a coro.
Se vienen las fiestas.

sábado, noviembre 01, 2008