Creí que pesarme el viernes
sería un buen puente
entre mis últimos meses de gorda
y la próxima buena racha o ciencia ficción.
Pulgar en la sien
apuntando a la consciencia.
Puras distopías, errancia mental.
No empecé ninguna dieta y me pasé
la totalidad del fin de semana largo
metida en la cama levantándome
solo a comer.
Quiero estar flaca (tampoco digo ser, tengo un mínimo
de realismo asegurado).
Tengo el interés y las energías puestas en el futuro,
así es mi época: todo se trata
de drenar ansiedad; la vida es muy pesada
y se reproduce en el arte de los contrastes.
Si me siento liviana, sé que puedo enfrentarla.
Hace poco tapé todos
los espejos de mi casa.
Ahora en mi bola de cristal, me veo de aire.
Necesito exhorcisar la realidad, evaporarla.
Me parece que debo escribir un cuento
en el que la gente cambia
o pedir prestada alguna novela de biopunk.
2 comentarios:
2 cosas:
1) me copa mucho el nuevo diseño del baúl
2) ( ya lo dije en mi blog pero no importa ) quiero leer tus poemas en papel,¿para cuándo el libro?
gracias yon! teés razón, debo apurarme con el árbol y el libro, manda el pueblo yo obedezco.
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