sábado, agosto 05, 2006

Zumba


La mosca interna que molesta

No me pregunten por qué, pero me gusta poner en poesía las palabras que nunca soporté: "chinelas" por ejemplo, es una herencia materna de lecto del interior, supongo: una palabra horrible desde siempre. Ahora me parece atractiva. Voy a ver cómo la incluyo. En realidad no sé qué tanto tiene que ver con el gusto. Es lo que me sale: tratar de poner o volver materia de goce una vieja incomodidad.
Palabras feas, opresivas, desplazadas por reprimidas...Hay expresiones, por ejemplo, que ahora veo tan poéticas... "mala leche" "leche cortada": para adjetivar son brillantes. Juro que las tuve prohibidas. Porque las conocí ya desde el vamos como interdictas, así que nunca pude llegar a digerirlas (?¡) menos a decirlas... ¡Ay, las profesoras del colegio!: que eso "no se dice", que "una obscenidad", "que queda mal en las chicas"...
Pero bueno el silencio de las cosas tiene fecha de vencimiento, como todo.
Hoy, que de cualquier escuela me separa un alambre de púas, elijo frecuentemente para quejarme sobre algo esta vía láctea de la infertilidad, acabo de darme cuenta. Y todavía cuando lo hago me cuesta reconocerme en esa voz esquirlada, fastidiosa, cuajada...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿En que sentido utilizas mala leche? Sabemos que mala leche se puede utilizar en el sentido de tener mala suerte (si no me equivoco).Pero tambien se puede utilizar en el sentido de tener mal caracter.A mi leche cortada me suena a que es alguien que tiene tan mala leche (mal caracter) que se le corta la leche cuando la toma en medio de un enfado, es decir, es tal su energia negativa q la trasmite a la leche. En fin que leche cortada me suena a mal caracter y mala leche a mala suerte.

Slds.

Tu tocaya!!! :)

nv dijo...

Sí, en todos esos sentidos que bien describís. ¿noe? gracias por pasar!bso