miércoles, agosto 30, 2006

24 33 y línea b


Que venga mi ramal. Es el deseo primero de las horas bajas. El único. Del viento que vuelve. Una sola letra. Una A vocal origen. Del abc. De mis días. Siempre en flujo móvil. La reproducción precisa de lo que digo cuando veo venir. La luz roja. Llegar: ahhhh. Y en ese suspiro me subo. Y pido más. Como una más. De uno. Veinticinco el boleto.

pero el mundo está hecho de materias de desvíos*

algo traba el acceso: la causa
en las bocas de otros
no soy yo la que escribe
se les quemaron las casas

de bloques irrespirables

yo no había encendido nada
conectaba con nada en la televisión esta mañana
algo traba el acceso y no hay asientos
la cita partida ese colchón de aguas
para el placer poco ambicioso
de los que vamos largo: no queda otra
colgada como puedo leo el movimiento

su camino parece una senda de perfección

en las paredes y en las hojas que no son

la hiedra de la constancia

fuera el candado: tuve días desconectados

deshilachados: volví

para volver a cruzar

como dios manda rutas ajenas:

AU LA PLATA BUENOS AIRES

trance

BARRIOS DE PIE

de la mano de alguien camina. Un paso. Dos

CARBONATO DE CALCIO MICRONIZADO

pasos. Tres. Casi no respira. Ni ríe. Los árboles

RED DE TRÁNSITO PESADO

forman ROCK DEL DOCK

un largo camino. En otoño

SIDA POR AMOR USÁ

es cuando está bien

LECHE DE LIMPIEZA

porque todo se achica.

En el Correo Central me bajo: me descuelgo

a los trenes del subsuelo como sé.

Voy a reptar hasta Uruguay

me basta por ahora es TÓNICO HIDRATANTE

el último del tarro que voy

a consumirme. No cumplo

ni la amenaza de llegar tarde a la rutina

solamente cinco pasadas de las 10.




* toda la cursiva es: el lado ciego de Battilana editado por Siesta.

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