viernes, julio 21, 2006

Entró chistando alto


El fósforo primero
bombardea la siesta

chispea, funda, tira
la cadena
para que tiemble el agua
de la historia inodora, incolora, insípida
de La Gran Cabeza:

baja por los caños

sobre ellos, abandonada al piso,
oye de un lado el incendio
la nena a la hora del sueño

losa radiante bajo el parqué
memorias del subsuelo
¿hace cuánto, hace cuánto?

se preguntan otros para disparar:
(los contadores cierran la caja)
palabras, palabras, palabras

pero, pero, pero
el órgano central gravita sordo,
las vecinas menstruan su fiebre solar
zumban por lo bajo: por los pies
comen raíces, se atan pañuelos
hablan solas y van

como bronquios catarreados
buscando aire:
la reducción gritona
del flujo pico
hacia la cintura móvil
plaza del centro.

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