jueves, junio 15, 2006

Las alicias


Cuando leo casi nunca se repite el sueño ingenuo de la voz propia diciendo éste escribió para mí, me conoce la isla. La voz feliz y ciega de la entraña...
En poesía me pasó una sola vez, en narrativa unas cuantas más (pero no muchas). Yo sigo esperando mi próximo desembarque...
Hace unos años me pasó ver los cuadros de esa voz que hablo. Y en apariencias la olvidé. A esa que, sin saber, le copié el mambo hoy ignorante la redescubro. ¿Sabe ella lo que veo cuando digo belleza, siesta, niños, horror, vecinos, pozos, cansancio, horas de té...? La voz me dice que sí, vive para ser boba y porque es boba es que vive. Sea. Siempre.

gracias nel por conseguirme el pasaje a Carletti...
todavía queda pendiente eso que dijimos que un día haríamos juntas. yo me acuerdo ¿y vos?

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