jueves, octubre 15, 2015

auto(e)motivos




por momentos todo complota

el día en que a la noche habría luna de sangre, subimos
apurados engalanados transpirados
a la ópera en el cuarto piso Tertulia
una tragedia en la que los amantes al final
mueren castigados en la España de Felipe
por atrevidos o enamorados, da igual,
una tragedia que en el revés de lo explícito termina bien
el doble sacrificio los une hacia lo eterno
en el jardín de las delicias
el día en que a la noche habría luna oxidada
*fui a buscar la bici,
-me dijo por teléfono-
es la bici de mark ryden
es la bici que fue olvidada
en un sueño oscuro, escabroso
creepy total* y era verdad
es bajita alucinante de ruedas
nuevas que relucen y RAT style
algo así como Orgullo Chatarra
vanidosa de su herrumbre, se le notan
los 80, el asiento es de un azul que no volvió
y desliza como toda experiencia irresistible
delicioso, te lleva
tiene un farol que aun no anda
pero ya va a iluminar
y en la rueda un dínamo plateado transforma
el pedaleo en energía para prender
al unísono durante el viaje
los dos focos que asocia
me acuerdo ahora que mis hijos
no aprenden, no hay caso
a decir *prender la luz*
dicen *aprendela, tengo miedo*
y no corrijo, en el camino de la noche
todo es perfectible, posible

de ser visto si aprendemos de una luz.

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