Luces en el cielo y luces en el suelo.
Castillos de tierra para los caracoles; piojos de tanto juntar las cabezas, champagne, escabeche y sidra.
Cuando mamá cumplió años no estuvimos ahí pero esta mañana veníamos ella y yo, paralelas y enfrentadas por el rigor de las veredas. Se había hecho tarde para las dos pero olvidamos el rojo del semáforo y cruzamos a abrazarnos delante de los autos. No era el lugar ni el momento pero por un minuto eternos nos palmeamos la espalda para acompañar eso de decirnos a los ojos, casi pisándonos con la voz, que estábamos lindas.
2 comentarios:
Noe: yo también pasé el primero del año siguiendo el agua...
"huimos siguiendo la dirección del agua."
besos
n.
programa inmejorable, nurita
loviu
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