de esta ciudad pero ahora
se me viene a la mente
tu afección por los charcos, saltás
saltás y sonrío,
además es innnegable, es un día especial,
los planes se suspenden,
nos apuramos graciosos
a unir los puntos
entre refugio y refugio
miren el drama!
cae agua
y las catarsis se parecen
al chasquido de estos sucesivos lagos en la vereda
qué incómodo, soy enanita,
así que el vestido largo se empapó
me veo en todas las vidrieras
la cara de desconcierto
y arrastrándolo,
el modo en que voy
decapitando gente
o casi
por las calles angostas,
con mi paraguas
no sé si odio tanto que llueva:
son días que seguro escribo.
6 comentarios:
pido permiso p decirte q a mí la lluvia me salva la vida con los calores del verano :)
La lluvia, tan molesta como inspiradora. Lindo poema!
hoy lo q t escribí se volvió tan real. q sincera soy: quiero q llueva!!!
yo nunca quiero pero despuès la disfruto. què necia soy
bien
mientras no se mojen
las puntas de los pues
lindo poema
saludos
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