jueves, marzo 25, 2010

-re creo en vos-

Si aprenden a prender un fósforo
sin quemarse, lo tragan
quieren ser
bichitos de luz, aprovechar
sus panzas, calcos de sí,
regalo de los olvidadizos.
Quieren ser
faroleros y faroles
nocturnos para sus madres
cuando los padres desaparecen,
campo traviesa, es un misterio
el recreo nocturno de los hijos
y las madres, leyendo cuentos a la luz
de sus barrigasles sonríen.
Frotan en la espalda el lomo, el golpe de la risa
Otra vez los cuelgan en las puertas
antes de dormir.




Valeria Meiller, en El Recreo


(para conseguir y leer el libro: ir hasta el fin de la noche)

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