sábado, agosto 16, 2008

Lana de vidrio



Tildada, escarcha.
Un bien entre las grafías
que esparce el movimiento,
me puse cómoda, envuelta en film atrás de la vidriera.

Invierno, quedate ahí,
en las terrazas de Glew donde familias
operan el deshielo con las brasas de los niños abrigados,
las sonrisas idénticas a las de sus abuelos. Una hoja en blanco
no es lo mismo que esta hoja prohibida
de su ciclo ya.

La que mira es remanente de otro
costado de la verja.

Te digo, me gustó que hicieras por mí justicia.
Te vi llegar. Te veo ir. Una cadencia poco clara, ya sé,
como aquel chico descalzo en la plaza de las vías
que desconocen trenes, habla sólo a todo aquel
que use el camino: no solo tu pastor,
señor, en este frío,

sino también tu pasto.







3 comentarios:

EmmaPeel dijo...

las terrazas de glew son frágiles
por el rocío en las chapas
pero hay colchones de parra y madreselva y agua por ser congelada en las bombas

nv dijo...

esas mismas, las conocés

EmmaPeel dijo...

de ahi vengo, niña