miércoles, marzo 19, 2008

Prosa, pálido gloss




Sí! dedo es una buena opción: dedo hasta donde me alcancen. Vivo sobre Corrientes, trabajo sobre Corrientes, sé dejarme llevar.....Ya sin dirección ni control: temblar, volverme humo, pirar; reaparecer devenida otra: ingrávida, sin los bártulos del ego, de la necesidad. Subir liviana, con la certeza de un globo inflado a gas que arrastra su piolina, la mueve lábil. Ahora, en el éter ¿ser la cabeza el cable al cielo o el hilito el cable a tierra? ¿he ahí una cuestión? Acá también el otoño llega pero lo apaleamos aun usando blanco, contradiciendo tanta vidriera sudada, empañada con la urgencia oscura de la próxima estación. Acá el paisaje soberano es la vidriera, una ciudad forrada en vidrio. Pero el aire, pesadito, te da a morfar las sobras del último verano, un refrito asqueroso, pegajoso. Y si alta temperatura determina baja presión: como resultado¿flotamos?


Lo ideal sería por ejemplo avocarme a los inventos; si me levanta un sapo aerostático, eso que se ve ahí atrás, podría llegar a destino. Reaparecer mutada, reinventada, deformada hasta volverme inteligente, sistémica, atérmica, si es posible invisible pero con sombra huella: una estela murmurante hecha de brillo en polvo. Disfrazada, travestida, celebra la letra su divorcio del cuerpo. Paso a verte.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

flotamos niña criolla?

me gustó mucho.

nv dijo...

gracias! brindemos.

ZChatarra dijo...

pedile prestado el carro loco a la bebita, y a bambolearse calle abajo, tipo monopatín!
besitos noe

nv dijo...

Já! el carro ahora está + cuerdo... me lo destrabó el chico de la verdulería al día siguiente