viernes, agosto 31, 2007

Olor a calas

Así termina Partes de inteligencia. Veinte años después, autor, narrador y personaje convergen:



"...¿Qué otra alternativa hay? Tanto para el país como para vos. En el contexto piadoso, tan perimetral, ni siquiera podía favorecer la perspectiva siempre vital del escepticismo, así que había que entrar en el Cambalache, como opositor arreglado por lo menos, y así participar festivamente también de la hueca celebración de la mediocridad. Además, desde el punto de vista personal para él era lo mismo. Se decía: sos una puta de la profesión y de la ideología. Si te pagan para acostarte con cualquier discurso, al fin y a l cabo uno era un mercenario barato (...) si total en la Argentina, hermano, se escribe en el agua, los dedos nunca quedan marcados porque en el fondo a nadie le importa, la destrucción de los archivos entonces, se impone en el país donde no puede existir la coherencia, habrá que incendiarlos porque el fuego purifica cualquier contaminación."*







*
Jorge Asís, Partes de inteligencia, Buenos Aires, Puntosur SRL, 1987

1 comentario:

Unknown dijo...

Una manera muy sutil de hablar de un país "que puede" ofrecer muchas perspectivas... Bella metáfora

"si total en la Argentina, hermano, se escribe en el agua, los dedos nunca quedan marcados"

seguiré visitando tu blog pues le encuentro muy interesante