Vaga se retuerce de sueño todo el día, viaja en subte y llega y se va a tiempo. Sigue cobrando: puchos, viviendo a crédito. Extraña su nueva casa que es su nueva cama. Sigue por inercia natural a Tedio: la baulera de los autonominados protegidos, lee poco, toca el bombo, tacha palitos sobre la pared, cuelga tronquitos-retratos de ninfas, vuelve a Puan y tiene que huir en taxi. Es que la noche cae cada vez más rápido. Y como a Santa Caperuza en el atajo: otra vez la aplasta. Así, los días son: copiar y pegar: felicidad!!!
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