jueves, marzo 01, 2007

el día en que el cielo se partía

"...ves el blanco vacío y los cráteres que pueblan tu melón.
que las grosellas son frutas raras, rojas, con suaves espinas, y un hermoso
niño te las ha puesto en la boca para que muerdas.
que tu máquina puede borrar esto que escribes.
que lo lúdico lúdico si es lúcido lúcido es lícito lícito.
que no sos nada, que nunca serás nada pero querés ser algo, y encima de
eso no tenés ningún sueño de este mundo..."*


Buscabas tu destino en las rutas
nuevas de un poema. Ellos pavimentaban.
Los manifestantes se arrojan a las piletas recientes
de la avenida. El te mira pez ojos de costado y te rompe
todo por dentro. Ellos relojeaban el canal del clima mirando el cable
que cruzaba el cielo. Predecían justicia. Salpican,
salpican. El tren siempre al fin, dice él, termina encallando
en el ge de las flores. Excepto para Rita en la tarde de ayer. Minutos después
de la degustación en bandeja, proyectaba esquemas de éxito
y se quedaba. Ni lerda ni viciosa, envuelta en sábanas
a dos techos del agua. Al fin de un turno: con las mismas ganas.




*Duran D. en El estado y él se amaron. Buenos Aires, Mansalva, 2006.

4 comentarios:

ECADEQUEIROZ dijo...

señorita:
sabe me gusta mucho lo que escribe.

nv dijo...

gracias!me alegra su reiterada visita, sr.

EmmaPeel dijo...

y hoy también se parte el cielo, asi que volví a releerlo
saludos niña!

nv dijo...

gracias emma...! debería postear el bis, sí. hoy el cielo como que se caía: silencioso y bien amargo ese gris: malhumor total.