lunes, enero 22, 2007

Del cuerpo a la obra de arte y de ahí a las Ideas hay toda una ascención que debe hacerse a latigazos

Lo que leo es lo de menos, la leña está en lo que pasa. En las soledades indagatorias de lo que hay.Garganta con enero.

De este lado del alambrado, mis sobrinitas políticas a futuro cantan. Los mismos juegos de manos del ayer. Así que escucho como los pájaros de mis primeros recreos...

Una vez en clase de Lengua escuché la indulgencia del minuto cero en las 3 campanas que llamaban a salir. Me recibí de sorda y no pisé más el aula. Nadie nunca hizo sonar nada que me obligara a entrar.

Hoy todas las máquinas que usaba se me retoban o están enteramente rotas o no me dejan iniciar sesión, por ejemplo; mis células hacen lo suyo; mi celular se encapricha y se vara en sólo emergencias, se me olvida en casa, eso también; detesto a los piratas ( a las inmobiliarias); extraño más que nunca lo que tengo bien cerca. Leo cada vez menos, o sea, porque leo cada vez más. Pero no escribo en mis cuadernos sino... El nombre del hombre. De lo que amo y embalo. En cajas para llevar.


*Serie ilustrada: Flavia Da Rin

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué buen blog!
Me encanta.
Te felicito.