sábado, agosto 12, 2006

Pasaje Santa Rosa




Recorrido vertiginoso por las nuevas galerías ex verdulerías, baldíos, hoteles de señoritas...bares nocturnos. Conjunción Honduras y Serrano; Plaza Armenia, etc.
Tengo que apartarme un toque de la multitud.
Odio descubrirme intolerante pero no soporto el acento común de los vendedores de ropa, esa secta detrás.
Corro a dar la vuelta para perderme en el silencio limpio de este pasaje. Me gusta, a pesar de todo, esta parte de la ciudad porque no hay edificios: sólo casas, como en los barrios de verdad, muchas flores, muchos grafittis, paredes pintadas y calles de piedra: incomodísimas para caminar.


Por un azar más que mínimo no me inscribí en Exactas para seguir Diseño. Habría conocido otra fauna...y hoy estaría los fines de semana condenada a una sesión de doce horas al costado de filas de perchas con diseños propios, vigilando el mercado de indumentaria alternativa porteña. Chupando aire viciado y aturdido de masas que no dudan en modular un spanglish vaporoso, bien correcto, fresco...decir "cool" y "vj's" todo el tiempo sin consciencia, como en la Metro...en fin, es seguro que si hubiera seguido esa carrera ya estaría recibida y hablo así de resentida nada más.
Después de todo, me paso los días de descanso atrofiada, sentada y embobada igual (en la máquina o con los papeles en la cama) sin ganar un mango. La otra vez alguien me tiró al pasar: ¿te acordás cuando sabías de moda? Y bueno, ahora no: transito otros subsuelos de la contemporaneidad. En lugar de saber cuál es el último bolso de Uma, adónde fue a parar el taller de Sol Suide cuando dejó Betsey Johnson o si And the queen is... seguirá fabricando remeras lindas, ahora debo preocuparme por las reediciones de Vox, frecuentar performances de Gaby Bex, saber que ya no se consigue remís, calcular la identidad secreta del señor de abajo, bloggear bastante que es lo mismo que boludear pero no sé: ¿más concentrado, más alto...? Ni un poquito, ni un piquito...




*sólo yo sé que todo el texto es mera mera excusa para postear estas imágenes de otro vicio superficial que mantengo: administrar vidas (necesidades básicas, deseos, miedos y descendencia) de familias virtuales (Sims de Ea Games). Me funcionó el tratamiento para dejar de jugar. Llevo un buen tiempo de abstinencia...la clave es no bajar cosas: objetos, pieles, ropa: el entretenimiento se pone tan monótono que se llega a experimentar el efecto náusea de la vida misma en el país (iu es ei!) de la cultura mamut.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

kultura con k

SL dijo...

la identidad SECRETA?

nv dijo...

qué hacés leyendo esto tan viejo SL? EN 2006 parece que era medio top secret, no me acuerdo.